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Arquitectos: Angas Kipa
- Año: 2010
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Fotografías:Fernando Alda
Descripción enviada por el equipo del proyecto. Se trata de una vivienda unifamiliar entre medianeras, de 2 plantas de altura y acceso al jardín seco de la cubierta. Un pequeño pabellón de entrada abraza la casa y sirve de charnela entre el exterior y el interior. Una serie de estancias se agrupan en torno al patio interior y la escalera. La diagonalización de la plantas es predominante en los espacios de estar. La escalera es concebida como un mueble más que resuelve el sistema de circulaciones y que se considera preferente en la definición de la vivienda. Este mueble nos dirige por toda la vivienda hacia la cubierta, con vistas y zonas de descanso.
Diagonalización. Proximidad y Distancia
La concatenación de espacios de diversa entidad, dispuestas en varios niveles son fundamentales para la organización de las diferentes estancias. Era necesario encontrar procesos mediante los cuales la vivienda pudiera tener una continuidad visual y espacial. Entendida por secuencias espaciales que la recorren en diferentes niveles y que disuelven interior con exterior, sirviendo incluso para la configuración del espacio como paisaje y viceversa.
En la vivienda definimos las siguientes unidades secuenciales:
- B1-PI-EC-PD: Baño PB – Patio interior – Estar-comedor – Patio delantero
- EC-ES-PI: Estar-comedor – Estudio P1 – Patio interior
- PD-VE-VI-D-C-PT: Patio delantero – Vestíbulo exterior – Vestíbulo interior – Distribuidor – Cocina – Patio trasero
- TE-ET-ES-D3-PT: Terraza – Estudio P1 – Escalera – Dormitorio – Patio trasero
Se pierde, por tanto, la lectura unidimensional de los espacios para ser vividos como secuencias espaciales. Se rotan los elementos que materializan la definición espacial, antes las paredes, ahora el suelo. Se retoma el concepto de “homo-ludens” (hombre que juega), como alguien que tiene la libertad de circular de un lugar a otro y ampliar ilimitadamente su ambiente.
Pautas de Organización
La comprensión de una situación de constricción en la parcela nos plantea sustituir la sintaxis clásica de ordenación por un proceso de ensamblaje, aquello que manda qué hay antes y después, por la suma de estancias.
El proyecto pretende en una acción, atrapar el patio, tomando como lindes las medianeras existentes. Una serie de estancias se agrupan en su entorno, disolviendo los conceptos de estancia y función. Si en una vivienda la función pone cada cosa en su sitio, es decir, cada habitación en su lugar, el patio deshace estas correspondencias, disolviendo estancia y función.
El patio como zona abierta interior a la vivienda, empleado como lugar de esparcimiento, ofrece seguridad e intimidad. La casa se desmonta frente al paisaje, descomponiendo su unidad y organizando un complejo engranaje de piezas que resuelven su relación con el entorno. Esta relación interior-exterior se pretende que modifique y gradúe tanto como den de sí las estaciones o el deseo de sus moradores por enlazar las estancias con el entorno, mediante la abertura o no de la piel continua metálica de la fachada, que actúa como velo protector.
Habilitar el Interior de las Paredes
Nos interesa la casa como acumulación de acontecimientos y vivencias de lo cotidiano. Éstas estarían vinculadas a los utensilios, a lo material, un espacio de consumo diario. Es esta la razón que nos hace pensar en los muebles de la casa, en sus despensas. El objetivo es domesticar los detalles constructivos, lo tectónico se convierte en los muebles.
Al entrar en la casa, la pared medianera no es una simple línea divisoria, se eleva del suelo para perder su condición tectónica y reforzar la idea de elemento anexo, un tabique equipado, un eficaz armario que se pliega y gira para dirigirnos hacia la escalera, ésta no es sólo un medio para cambiar de planta, bajo ella oculta el aseo y armarios, arriba la barandilla cambia de espesor para servir de estantería y nos vuelve a dirigir hacia los dormitorios, allí los tabiques se vuelven a hacer gruesos para convertirse en elementos de almacenamiento.